En esencia, la FJPM es una capellanía. Existimos para compartir el amor y el perdón de Cristo para transformar vidas y romper el ciclo del delito y el castigo. Nuestros fundadores se conocieron mientras ejercían su ministerio individualmente en la prisión de Cherry Street. Casi 50 años después, nuestros capellanes actuales continúan su legado.
Conoce a nuestros capellanes
El Reverendo Jeff Carter se unió al personal de la FJPM en 2019, y en 2024 fue nombrado Capellán Mayor. En este puesto, supervisa y apoya a otros tres capellanes que prestan servicio en el ministerio.
El reverendo Christopher Smalls se unió al personal de la FJPM a finales de 2024 y presta servicio en el Centro Correccional de Forsyth. El reverendo Roy Izzard se unió al personal a principios de 2024 y trabaja tanto en la cárcel como en la prisión por las tardes. La reverenda Leah Wheeler se unió al personal en 2025 y trabaja principalmente con las mujeres de la cárcel.
Un día normal para los capellanes
Un día típico para nuestros capellanes puede incluir la visita a un preso en el Centro de Detención del Condado de Forsyth (cárcel) que ha tenido un fallecimiento en su familia, ofrecer asesoramiento matrimonial a un delincuente en el Centro Correccional de Forsyth (prisión) y su esposa, planificar la próxima noche de cine, repartir gafas de lectura o artículos de higiene a delincuentes necesitados, o dando la bienvenida semanal a los recién llegados a la prisión. No es raro que el personal de la cárcel o prisión también busque un capellán. Su trabajo suele ser largo y difícil, y el apoyo de un capellán es vital para su bienestar.
Las noches de cine son una de las actividades favoritas del capellán Carter. Selecciona películas con un mensaje que cree que los hombres disfrutarán. Este verano, proyectó Una entrevista con Dios, un drama de 2018. Las iglesias moravas locales proporcionaron las palomitas. Un delincuente dijo: «Cuando vengo a un acto en la capilla, no me siento como si estuviera en la cárcel».
Los capellanes sirven en la cárcel y en la prisión
El capellán Carter también supervisa los servicios religiosos dominicales en la prisión y la cárcel. Grupos de voluntarios de iglesias locales acuden junto a él y los demás capellanes para ayudar con la lectura de las escrituras, rezar una oración o traer música especial. Estos servicios son una parte vital para que los hombres tengan un lugar donde adorar juntos y animarse unos a otros. Gracias a los servicios de culto y a los estudios bíblicos que se ofrecen a lo largo del año, muchos hombres y mujeres han conocido el amor de Jesucristo y le han aceptado como su Salvador. Cada verano se ofrece en la prisión un servicio de bautismo para todos los hombres que quieran bautizarse. En 2023, se bautizaron 16 hombres y en 2024, nueve.
Capellán certificado por el Estado
Una parte importante del papel del capellán Carter es servir como capellán certificado por el estado de Carolina del Norte. Esto significa que ha cumplido los requisitos académicos y de educación pastoral clínica que establece el estado. En este papel, el capellán Carter es responsable de proporcionar recursos religiosos a los delincuentes que son cristianos, así como a los creyentes de las otras 16 religiones reconocidas. Redacta informes mensuales para el Departamento Correccional de Adultos de Carolina del Norte sobre las actividades de la prisión y es el enlace entre el estado y la FJPM. Como capellán del estado, también es responsable de notificar a los delincuentes cualquier incidente crítico en sus familias, como un fallecimiento o una enfermedad grave. El capellán Carter puede entonces ayudar al delincuente a ponerse en contacto con su familia y/o planificar una visita, si lo permite el Alcaide.
No hay dos días iguales
No hay dos días iguales para el capellán Carter y su personal. Trabajan muchas horas con gran esmero para atender a los hombres y mujeres encarcelados en el condado de Forsyth. El capellán Carter dice: «Es un privilegio caminar junto a estos hombres y mujeres. Cada día es una alegría y una bendición, pero no está exento de desafíos al servir a los encarcelados y a los que trabajan en el Centro de Detención del Condado de Forsyth y en el Centro Correccional de Forsyth. Pero cada día nos brinda la oportunidad de practicar el ministerio de la presencia con alguien que se encuentra en una situación difícil. Eso es lo que Jesús nos ha llamado a hacer».
